Este segundo día trajo un poco menos de público (igualmente lleno pero no sold out) nos puso al maestro Gregory Isaacs en todo su esplendor. Con un ritmo cadencioso como solo puede lograr este hombre, nos transporta a su magia a través de las canciones que interpretó junto a la banda, de muy buena calidad por cierto. Enfundado en un traje que luego fue quitándose, hasta quedar en camisa negra desabrochada y camiseta calada y su clásico sombrero blanco (tenía una traje con saco rojo, pantalón y camisa negra, además de su sombrero blanco, todo un gentelman) nos regaló reggae a borbotones. El pico mismo del evento.
Luego fue el turno del eléctrico Yellowman, con altos y bajos (mejor que aquella vez en Vélez) , no para de ir de un lado al otro del escenario, enfundado en ropa deportiva de la casa alemana, logró buena respuesta del público que mayoritariamente fue a verlo (fuimos los menos los que nos acercamos por Gregory).
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