Era tarde y todos habían salido del café con excepción de un anciano que estaba sentado a la sombra que hacían las hojas del árbol, iluminado por la luz eléctrica. De día la calle estaba polvorienta, pero por la noche el rocío asentaba el polvo y al viejo le gustaba sentarse allí, tarde, porque aunque era sordo y por la noche reinaba la quietud, él notaba la diferencia. Los dos camareros del café notaban que el anciano estaba un poco ebrio; aunque era un buen cliente sabían que si tomaba demasiado se iría sin pagar, de modo que lo vigilaban. -La semana pasada trató de suicidarse -dijo uno de ellos. -¿Por qué? -Estaba desesperado. -¿Por qué? -Por nada. -¿Cómo sabes que era por nada? -Porque tiene muchísimo dinero. Estaban sentados uno al lado del otro en una mesa próxima a la pared, cerca de la puerta del café, y miraban hacia la terraza donde las mesas estaban vacías, excepto la del viejo sentado a la sombra de las hojas, que el viento movía ligeramente. Una muchacha y un soldado pasaron por la calle. La luz del farol brilló sobre el número de cobre que llevaba el hombre en el cuello de la chaqueta. La muchacha iba descubierta y caminaba apresuradamente a su lado. -Los guardias civiles lo recogerán -dijo uno de los camareros. -¿Y qué importa si consigue lo que busca? -Sería mejor que se fuera ahora. Los guardias han pasado hace cinco minutos y volverán. El viejo sentado a la sombra golpeó su platillo con el vaso. El camarero joven se le acercó. -¿Qué desea? El viejo lo miró. -Otro coñac -dijo. -Se emborrachará usted -dijo el camarero. El viejo lo miró. El camarero se fue. -Se quedará toda la noche -dijo a su colega-. Tengo sueño y nunca puedo irme a la cama antes de las tres de la mañana. Debería haberse suicidado la semana pasada.
Ernest Hemingway
Ernest Hemingway
4 comentarios:
Delicioso traer a Ernest Hemingway en esta mañana de jueves. Él nos hace mirar en la psicología del viejo, respiro profundo, me sensibiliza porque mi mente se concentra en él y en los laberintos que pudiese generarle el Coñac.
Te dejo besitos con aires de libertad!
Siempre es bueno un poco de buenas letras matinales...
Hemingway... a este tio le gustaba darse de a piGnas para arreglar sus problemas, es una buiena forma, sobretodo si tenes una masa muscular considerable y te mueves rápido jeje!
Si, jugó al rugby si mal no recuerdo y hizo boxeo. Por suerte se dedicó a escribir (?)
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