"Para el Capitalismo la renta nacional es producto del capital y pertenece ineludiblemente a los capitalistas. El colectivismo cree que la renta nacional es producto del trabajo común y pertenece al estado porque el estado es propietario total y absoluto del capital y el trabajo. La doctrina peronista sostiene que la renta del país es producto del trabajo y pertenece por lo tanto a los trabajadores que la producen."
1 de Mayo de 1952. Juan Domingo Perón
1 de Mayo de 1952. Juan Domingo Perón
7 comentarios:
sabía que acá iba a encontrar un espacio dedicado a esta fiesta patria.
por una renta de los trabajadores damián.
salud.
Salud!!!!
yo tambien homenajee a ese gran hijo de puta
saludos damian
el equivalente colombiano es Jorge Eliecer Gaitán...
que vivan los trabajadores!
Qué comentario curioso...
Ya que colectivismo y comunismo son 2 cosas diferentes y nada tienen que ver con el Estado.
Supongo que Perón se refería al Comunismo Marxista (Estatista)
Y hablar de Renta mezclado con Capital también es confuso (sobre todo cuando Perón agitaba el espantajo de la oligarquía parasitaria)
Estas confusiones (deliberadas o no) le valieron al Peronismo su falta de identidad (cobijando un Ruckauf y un Cooke)
Para ser claros la riqueza que los trabajadores producen pertenece a los trabajadores y la que no producen (la del suelo, la renta) también en cuanto son habitantes y para que ello sea una realidad y no una mera expresión de deseo, el poder político debe ser distribuído del mismo modo.
El tema del aglutinamiento de la doctrina peronista deviene en que es meramente enunciativa, de ahí el tema del socialismo nacional y de la derecha peronista conviviendo.
Efectivamiente el colectivismo y comunismo en palabras de Perón refieren a lo mismo, al igual que la renta, pero que la toma como rentabilidad capitalista. Todo esto lleva a crear frentes con distintas corrientes (afecto a esto era el hombre). Esto mismo llevó a la dispersión en los 70´s.
Eso es lo mágico del peronismo, está el garca más vil y el luchador más abnegado, todos bajo el amparo de una doctrina personalista que deja resquicios para cualquier interpretación
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