El Marqués de Sade
El marqués de Sade ha vuelto a entrar
en el volcán en erupción
de donde había salido
con sus hermosas manos todavía ornadas de flecos
sus ojos de doncella
y ese permanente razonamiento de sálvese quien pueda
tan exclusivamente suyo.
Pero desde el salón fosforescente iluminado por lámparas de entrañas
nunca ha cesado de lanzar órdenes misteriosas
que abren una brecha en la noche moral
Por esa brecha veo
las grandes sombras crujientes la vieja corteza gastada
que se desvanecen
para permitirnos amarte
como el primer hombre amó a la primera mujer
con toda libertad
esa libertad
por la cual el fuego mismo ha llegado a ser hombre
por la cual el marqués de Sade desafió a los siglos con sus
grandes árboles abstractos
y acróbatas trágicos
aferrados al hilo de la Virgen del deseo.
Poema de André Breton
No hay comentarios.:
Publicar un comentario