sábado, junio 17, 2006

La Patria


"Los países son expresiones geográficas y los Estados son formas de equilibrio político. La patria es mucho más y es otra cosa: sincronismo de espíritus y de corazones, temple uniforme en el esfuerzo y homogénea disposición para el sacrificio, simultaneidad en la aspiración de grandeza, en el pudor de la humillación y en el deseo de gloria. Cuando falta esa comunidad de esperanzas, no hay patria, no puede haberla: hay que tener ensueños comunes, anhelar juntos grandes cosas y sentirse decididos a realizarlas, con la seguridad de que al marchar todos en pos de un ideal, ninguno se quedará en mitad de camino contando sus talegas. La patria está implícita en la solidaridad sentimental de una raza y no en la confabulación de los politiquistas que se medran a su sombra (...)
La patria tiene intermitencias: su unidad moral desaparece en ciertas épocas de relajamiento, cuando se eclipsa todo afán de cultura y se enseñorean viles apetitos de mando y de enriquecimiento. Y el remedio contra esa crisis de chatura no está en el fetichismo del pasado, sino en la siembra del porvenir, concurriendo a crear un nuevo ambiente moral propicio a toda culminación de la virtud, del ingenio y del carácter.
Cuando no hay patria no puede haber sentimiento colectivo de la nacionalidad inconfundible con la mentira patriótica explotada en todos los países por los mercaderes y los militaristas. Solo es posible en la medida que marca el ritmo unísono de los corazones para un noble perfeccionamiento y nunca para una innoble agresividad que hiera el mismo sentimiento de otras nacionalidades.
No hay manera más baja de amar a la patria que odiando a las patrias de los otros hombres, como si todas no fuesen igualmente dignas de engendrar en sus hijos iguales sentimientos. El patriotismo debe ser emulación colectiva para que la propia nación ascienda a las virtudes de que dan ejemplo otras mejores; nunca debe ser envidia colectiva que haga sufrir la ajena superioridad y mueva a desear el alejamiento de los otros hasta el propio nivel. Cada patria es un elemento de la Humanidad; el anhelo de la dignificación nacional debe ser un aspecto de nuestra fe en la dignificación humana. Asciende cada raza a su más alto nivel, como Patria, y por el esfuerzo de todos remontará el nivel de la especie, como Humanidad.
Mientras un país no es patria, sus habitantes no constituyen una nación."
JOSE INGENIEROS, EL HOMBRE MEDIOCRE (Cap. VII. La mediocracia II. La Patria - págs. 143/144 - Ed. La cuadrícula)

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